Aunque en las sesiones de coaching estamos para servir a nuestros clientes, la verdad que es posible aprender mucho con ellos y de ellos. En muchas ocasiones me he encontrado reflexionando si la sesión la debería de pagar el cliente o soy yo quien le tendría que pagar.
Alguna vez escuchaste la frase: “Dios los cría y ellos se juntan” (en otros países se dice: “Dios los cría y el viento los amontona”). Pienso que eso es justo lo que sucede cuando llega un nuevo cliente para tener una sesión de coaching.
¿Te ha pasado que estás con un tema que no deja de rondar en tu cabeza y de pronto llegas a la sesión y tu cliente trae un tema similar? ¿O que justo cuando empezabas a sentirte cómodo con tu manera de hacer coaching llega alguien que reta totalmente lo que haces? Te has preguntado, ¿para qué llegó esta persona a sentarse enfrente de mí?
La respuesta es: para aprender.
En el proceso de coaching, la persona se permite ser vulnerable, comparte experiencias, juicios, paradigmas de su cultura, estados de ánimo, se comparte a sí mismo. Con el cliente aprendemos a reconocernos en un camino de aprendizaje constante. Nos permiten aprender a entregarnos incondicionalmente para generar espacios de intimidad y de confianza. Nos abren a la posibilidad de mostrarnos tal cual somos, conversando de cualquier cosa, soñando en voz alta en un ambiente donde no existen ni la pena ni la vergüenza de preguntar e indagar juntos. Ellos nos muestran que es posible crear un espacio para las preguntas, aún aquellas para las que no tenemos respuesta. Simplemente nos enseñan a ser tal y como somos.
Claro que la relación con el cliente es un desafío, pero siempre está la posibilidad de aprender algo. Por eso, la sesión de coaching nos enriquece a ambas partes, brindándonos una maravillosa manera de aprender a simplemente ser con el otro.
Para aprender del cliente, sigue estos tips:
1. Respeta su ideas en su proceso de pensamiento y de creación.
2. Reconoce y respeta el trabajo que lleva a cabo.
3. Demuestra interés por él.
4. Genera expectativas para una relación abierta, de honestidad y respeto.
5. Ábrete a la posibilidad de entregarte al proceso sin juicios.
6. Reconoce que nunca dejarás de aprender.
Comprométete a seguir mejorando tu práctica participando en cursos de actualización y conferencias, procesos de supervisión y mentoría, prácticas con otros coaches, espacios de intercambio, etc.
En Team Power contamos con un equipo de mentor coaches y supervisores certificados ante ICF y EMCC, que cuentan con una gran experiencia para apoyarte en estos procesos. Estamos para apoyarte.